Lujo 
Guadalest es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de España. Ubicado entre las sierras de la Aitana y de Xortá, este pueblo con encanto se sitúa sobre un peñasco, ofreciendo al viajero unas vistas impresionantes de las montañas y paisajes de alrededor, pero sobre todo, del emblemático embalse de Guadalest. Sus calles serpenteantes de fachadas blancas, repletas de tiendas y restaurantes, y las vistas del mar que dominan los fondos del paisaje, le confieren el encanto de un pueblo mediterráneo de interior.
Es precisamente la singular belleza de interior y su patrimonio, entre los que destacan los restos de las antiguas fortalezas y torres musulmanas, las que le han valido el mérito de ser uno de los pueblos más bonitos de España.
La historia del Castell de Guadalest viene de antiguo y los primeros testimonios de su existencia se remontan al siglo XIII durante la época musulmana. Con el paso del tiempo, el pueblo fue pasando de señorío en señorío, y de marquesado en marquesado, hechos que dejaron huella en la localidad. Hoy en día es un lugar ideal para disfrutar de escapadas de fin de semana.
Índice
En el Valle de Guadalest podrás realizar las más diversas actividades: compras, senderismo o visitas culturales. No te pierdas algunas de las cosas que puedes hacer en este pueblo con encanto y que te contamos a continuación.
El conjunto histórico artístico de la localidad, al que se accede por un pequeño pasadizo tallado en la propia roca, está formado por una serie de edificaciones que reúnen todo el encanto y la historia de este bello pueblo, y que podrás descubrir en tus escapadas fin de semana en Guadalest.
La subida a los castillos de Guadalest es de obligado cumplimiento. El castillo de San José se encuentra en la roca más alta. Cercano a él, también podemos encontrar el Castillo de la Alcozaiba, del que se conserva la torre. Ambos cumplieron un importante papel como fortalezas y hoy esperan a los viajeros que se animan a descubrirlo.
Los Orduña fueron durante casi trescientos años alcaides de la fortaleza y gobernadores del marquesado de Guadalest. Como recuerdo y prueba de su influencia y poder, Guadalest ha conservado su casa señorial con sus dependencias y decoración típica de la burguesía del siglo XIX. El realismo de su interior te hará viajar en el tiempo.
El sótano del Ayuntamiento del Castell de Guadalest guarda un secreto, y es que bajo él se conserva una auténtica prisión del siglo XII. Sus celdas entre paredes rocosas sorprenderán a los más curiosos.
En tus escapadas fin de semana en Guadalest podrás elegir entre una gran variedad de museos para visitar y ninguno de ellos te defraudará. Un museo de saleros y pimenteros, de instrumentos de tortura medievales, de microminiaturas, de belenes y casitas de muñecas, sin olvidar otros más tradicionales como lo es el museo de vehículos históricos o el museo etnológico que te permitirá descubrir la forma de vida y costumbres de los habitantes de Guadalest a lo largo del tiempo.
Si algo sorprende de Guadalest es la vista de la ciudad y de la montaña a medida que el viajero se acerca, y, por supuesto, los paisajes que se divisan desde lo alto de la plaza y de los castillos, con la vista a la montaña y al embalse, y, los días más claros, también al mar mediterráneo. Los amantes de la naturaleza podrán realizar desde el pueblo diversas rutas de senderismo, entre las que destacan la subida a la cumbre de Xortà o el ascenso a Castell de Castells.
Para recuperar fuerzas tras un día de turismo y excursiones en Guadalest, nada como descubrir la rica gastronomía del Valle, en la que tiene especial protagonismo la cocina casera de tipo mediterráneo. Los restaurantes del pueblo ofrecen los platos más tradicionales de la Costa Blanca, pero también otros más característicos de la zona, que aunque menos conocidos, nada tienen que envidiar en sabor. L’olleta de Blat, los mintxos, los arroces, las carnes y los postres artesanales en los que la almendra brilla como protagonista principal, son solo algunos de ellos.
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