Como ya adelantábamos en este post sobre vivir mejor y más despacio, esta filosofía constituye un estilo de vida que apuesta por mejorar el bienestar. ¿Quieres vivir mejor?
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Hace más de 30 años Carlo Petrini lanzó su manifiesto «Movimiento internacional para la tutela y el derecho al placer” para hacerle frente el auge del fast food. Pretendía combatir la falta de interés por la nutrición saludable e impedir que las tradiciones gastronómicas locales desaparecieran.
Aquello que empezó como slow food pronto abarcó otras facetas de la vida, dando como resultado un movimiento de ruptura con el frenético ritmo de la sociedad en la que vivimos.
Apostar por la slow life no supone cambiar radicalmente de vida, puedes empezar por pequeños detalles que te aporten a ti y a tu entorno. Todo ello sin dejar de ser consciente de que vivimos en pleno siglo XXI con todo lo que esto conlleva: inmediatez, híper conexión, etc.
En definitiva slow life es una alternativa, una invitación a tomar las riendas de tu ritmo de vida y a hacerla más sostenible.
¿Qué supone? Desacelerar y tomarte las cosas con calma para disfrutar los buenos momentos de tu vida.
¿A qué nos referimos? A un cambio de actitud hacia tu forma de comer, de divertirte, de relacionarte, de trabajar, de vivir.
¿Con qué objetivo? Llevar una vida plena y relajada.
Hoy en día la cultura slow life está presente en todos los órdenes y cualquier acción o gesto cotidiano pueden ayudarte a degustar experiencias olvidando el reloj.
La organización Slow Food promueve un modelo alimentario que se basa en 3 valores:
Slow Food propone una revolución sabrosa, con la concienciación, la sostenibilidad y el placer por bandera.
¡Siéntate a la mesa a cambiar un poquito el mundo!
La slow life previene la degradación de nuestro yo y por extensión, la de aquello que nos rodea. Y la naturaleza es el escenario propicio para disfrutar una vida tranquila. ¿No crees que tiene sentido cuidarlo?
En el campo de la ecología, el movimiento slow reivindica protección, respeto, concienciación y disfrute del entorno.
Supone decir no a despilfarrar recursos naturales y sí a la regla de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar), ya que la slow life pone especial interés en la conservación del medio ambiente.
El bienestar también es fundamental. ¡Encuentra el equilibrio! Aléjate del estrés y deléitate con la lentitud natural para enriquecerte física y espiritualmente.
Visitar entornos naturales es importante para ti. Y hacerlo de manera responsable, apostando por el turismo sostenible, es importante para tu entorno.
En contraposición a paquetes turísticos encasillados o visitas programadas hasta el último segundo, el movimiento slow travel le da un toque de encanto y sostenibilidad al concepto de viajar.
Ser respetuoso con la naturaleza, apostar por turismo sostenible, reciclar y consumir productos de proximidad son pequeños gestos eco que suman.
En lo que respecta al esparcimiento, el movimiento slow life propone respetar cada instante sin estar pendientes del tic tac.
Te recomendamos pasatiempos tranquilos como la lectura, la cocina a fuego lento y el senderismo. Puedes optar además por otras actividades que te relajen como el yoga y el pilates. También es importante dedicar tiempo a la contemplación y la meditación, principios del mindfulness.
La slow life nos invita a hacer un viaje interior para saber apreciar el valor de la vida y aprovechar el presente. Y también un viaje exterior, pues las escapadas de fin de semana a la naturaleza te ayudan a conectar contigo mismo.
Conversar, mantener silencios, detenernos y abandonar la ansiedad que produce un estilo de vida basado en la velocidad, son claves para la slow life.
La filosofía slow life forma parte de los valores de VIVOOD . Muestra de ello son la arquitectura sostenible y el respeto al entorno natural; la cocina con productos de proximidad y nuestra apuesta por ofrecerte momentos de desconexión únicos.
Sentimos auténtica pasión por la naturaleza y el lujo experiencial. Y tú, ¿quieres sentirlo?
Vive sin prisa, pero sin pausa. Apuesta por la slow life.
Saborear el café de la mañana rodeado de naturaleza en la piscina de tu Villa Premium