Al igual que no existe un único tipo de personas, tampoco hay una sola forma de viajar.
Hay quienes viajan en pareja, quienes prefieren disfrutar en grupo y también están los que van por libre.
Viajar solo ya no es algo excepcional y son más y más las personas que se decantan por esta modalidad.
Es probablemente una de las experiencias más enriquecedoras, sobre todo a nivel personal, llegando a marcar nuestra vida.
Índice
Seguramente hace unas décadas, cuando alguien viajaba solo se le veía casi como a un bicho raro. Incluso se podría pensar que tenía algo que esconder o que huía de alguna tragedia.
Pero todo eso son mitos que nada tienen que ver con la realidad de los viajeros que emprenden su viaje en solitario.
Cada vez más gente aprovecha cualquier oportunidad que tiene para viajar solo por distintos motivos. En la mayoría de las veces es por propio gusto, decidiendo invertir el tiempo libre en desconectar de la rutina.
Otras veces puede deberse a que no tiene a nadie quien le acompañe porque sus fechas libres no coinciden. También puede ser porque cada uno tenga unas aficiones distintas y no siempre pasen por viajar. Y otras, simplemente sea porque no se ponen de acuerdo en el destino al que quieren ir y tomen rumbos distintos.
Sea como sea, el viajero individual está de actualidad y ya puede encontrar alojamientos pensados especialmente para él.
Hoy en día ya no es necesaria ninguna excusa para viajar solo y todo el mundo puede hacerlo sin ningún problema. Pero es que, además, son tantos los beneficios que tiene que la idea todavía resulta más atrayente.
Estos son los privilegios que te terminarán de decidir:
Cuando viajamos con alguien más, siempre hay uno que termina cediendo y yendo a un lugar que no quería. Sin embargo, cuando viajas solo eres únicamente tú quien determina dónde quiere ir y dónde no.
No hay que consensuar nada con nadie más y organizas tu tiempo de la forma que más te apetece. Eso incluye también gestionar los horarios como más te convenga y te da una flexibilidad total. Y si decides cambiar de planes en el último minuto, tampoco tendrás impedimentos.
Viajar solo no significa ser un huraño que huye del contacto social, más bien al contrario. Te da la oportunidad de conocer gente, de entablar nuevas amistades y de iniciar conversaciones de lo más interesantes.
Puedes mostrarte tal cual eres y darte a conocer a otras personas que encuentres en tu mismo camino.
Aprendes a valorar la importancia de la soledad, pero también a valerte por ti mismo/a y a gestionar tus inseguridades. Nadie puede hablar por ti ni actuar por ti, por lo que debes confiar en tus capacidades.
Y te centras en disfrutar, en relajarte y en pensar solo en ti y en tu bienestar. Viajar solo puede suponer la desconexión que necesitabas para descansar de verdad y que no encontrabas de otro modo.
No todos los hoteles están adaptados para el mismo formato de clientes. Por eso, si quieres disfrutar de los beneficios de viajar solo, el alojamiento también tiene que ser especial.
VIVOOD Hotel es una muy buena opción y no solo por su emplazamiento único, situado en plena naturaleza. También lo es por la atmósfera que se respira, sus completas instalaciones y los servicios con los que cuenta.
VIVOOD nació como un alojamiento singular, creado especialmente para satisfacer a quienes buscan alejarse de los alojamientos masificados y ruidosos. Por eso aquí descubrirás:
Donde el silencio es la clave para encontrar la paz más absoluta y el descanso completo. Ningún ruido interrumpirá tu estancia en la suite o la villa en la que decidas alojarte.
Cada una de las completas suites se encuentra dentro de un módulo de acceso independiente a través de un sendero privado. Además, están a unos centímetros sobre el suelo para mayor aislamiento y para obtener las mejores vistas del valle.
El hotel se encuentra dentro de un paraje único como es el valle de Guadalest, en el interior de Alicante. Su especial enclave, situado entre las sierras que conforman el valle, hace que goce de un clima suave incluso en invierno.
El paisaje también merece mención especial, donde destacan los bancales de almendros junto a olivos y otros ejemplares vegetales típicos de la zona.
Si deseamos adentrarnos en él, podremos hacerlo a través de los múltiples senderos señalizados que se encuentran en las inmediaciones del hotel. Dar largos paseos y sentir la naturaleza a nuestro alrededor es uno de los planes favoritos de los huéspedes.
También podemos simplemente quedarnos en la cama contemplando el paisaje a través de los grandes ventanales de la habitación.
El remate perfecto para una estancia lo más reparadora y relajante posible. Cualquier cliente, se aloje o no en el hotel, puede reservar un tratamiento de bienestar en el 5E SPA.
Lograr el equilibrio entre cuerpo, mente y alma es posible gracias a las terapias naturales y masajes que se realizan allí.
Con opciones exclusivas tanto para hombres como para mujeres con las que alcanzar el bienestar y llenarnos de energía.
La buena gastronomía también forma parte del VIVOOD Hotel Paisaje, por eso en su restaurante se pueden degustar una gran variedad de platos. Todos ellos tienen un denominador común: la alimentación sana y la apuesta por el producto de Kilómetro 0. Una forma de colaborar con proveedores locales para obtener una materia prima fresca y de calidad.
Todo ello en un espacio de diseño de vanguardia para disfrutar de cada bocado y de una experiencia inmejorable.
Saborear el café de la mañana rodeado de naturaleza en la piscina de tu Villa Premium