Es una de las zonas más reconocidas del turismo interior alicantino por su belleza natural y un paisaje inconfundible. El paraje que disfrutan las Fuentes del Algar se ha convertido en un magnífico recurso turístico de la Costa Blanca.
Y no es para menos porque este espacio ubicado en la localidad de Callosa d’en Sarrià es una maravilla. Una maravilla natural donde el agua es la gran protagonista en todo su recorrido, similar a un parque de atracciones.
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Situadas a 3 kilómetros de distancia de su población, Callosa d’en Sarrià, y a apenas 15 kms. de Benidorm. En el año 2002 fue declarada Zona Húmeda Protegida por Acuerdo del Gobierno Valenciano, un título que merece sobradamente.
Parte de su importancia la tiene el río Algar, que nace en esta población, desembocando 12 kilómetros después, en Altea.
El agua del río Algar se presenta en forma de cascadas conectadas entre sí dando lugar a piscinas naturales. Estos tolls, como se conocen en valenciano, son el lugar perfecto para darse un refrescante baño cuando el calor aprieta.
En total el recorrido consta de 1,5 kilómetros de longitud, un circuito con numerosas fuentes manantiales, tolls y la antigua presa.
Además del agua, en este impresionante espacio natural se puede contemplar el efecto de esta sobre la roca caliza.
Para llegar hasta allí bastará con seguir las indicaciones que aparecen en la carretera en dirección a Bolulla. En ocasiones las veremos escritas como “Fonts de l’Algar”, utilizando el valenciano, idioma cooficial de la Comunidad Valenciana.
Es una zona acondicionada que dispone de todos los servicios necesarios: plazas de aparcamiento, baños y restaurantes en las inmediaciones.
Para disfrutar de este espacio y de todos los servicios que ofrece, tendremos que comprar los tickets en la entrada. Sus tarifas son muy económicas, y con ellas se cubre el cuidado diario del parque y los alrededores.
Son muchas las propuestas gastronómicas típicas de este lugar, por lo que será todo un placer para tu paladar degustar algunas de los platos más emblemáticos de La Fuentes del Algar. Entre sus especialidades destacan:
Si hay un producto que se asocia irremediablemente a Fuentes del Algar y a Callosa, ese es el níspero. Esta apetitosa fruta cuenta con su ruta propia, la “ruta del níspero de Callosa d’en Sarrià”.
Su afamada Denominación de Origen ha hecho que no sea nada extraño encontrarlo tanto en platos dulces como salados. Especialmente durante la época de recolección del níspero, entre mayo y junio, los restaurantes muestran sus elaboraciones gastronómicas con él.
Algunas de esas recetas incluyen mermeladas y licores a base de níspero, así como ensaladas o nísperos rellenos.
Las cascadas naturales y las piscinas que forman son el principal reclamo de Callosa d’en Sarrià, pero no el único. A dos pasos de este enclave y sin salir del municipio continúan los planes de ocio.
Si nos gusta el turismo activo, en las Fuentes del Algar nos aguardan unas propuestas de lo más interesantes y entretenidas.
Una de las más bonitas es la ruta PRV-48, que une Les Fonts de l’Algar con el Fort (Fuerte) de Bérnia. No llega a 6 kilómetros de recorrido, con una dificultad media y unas 2,5 horas de desconexión total.
Un camino en el que nos encontraremos distintos atractivos como antiguos bancales, una cueva y el famoso fuerte de Bernia. Una muestra de la arquitectura militar renacentista, cuya construcción data de 1562 y es Bien de Interés Cultural desde 1997. Aunque fue demolido en 1612, todavía se distinguen los arcos, el aljibe o los restos de la muralla.
Las vistas también son otro de sus encantos, y es que en un día despejado se puede ver incluso Ibiza. Sin olvidar las extensiones de cultivo de nísperos a las faldas de la montaña, con sus bancales cubiertos por plásticos.
El municipio en el que se ubican las Fuentes del Algar también merece una visita de cortesía. Sólo de esta manera podremos pasear por su casco histórico, al que se puede entrar por el Portal. El Portal es una de las puertas originales que se conserva de las antiguas murallas de Callosa, del siglo XIV.
Dentro del casco urbano está la iglesia Arciprestal de San Juan Bautista, en uso desde 1578, con su órgano de estilo barroco.
Para conocer la vida cotidiana de los antepasados de la villa, podemos visitar el Museo de Etnología y Arqueología de Callosa.
Aquí encontramos una buena colección de objetos relacionados con los oficios tradicionales, como la almazara. Los almazareros fueron una figura fundamental para Callosa para la obtención del aceite. El olivo era el árbol típico del paisaje de la zona, fundamental para la economía del pueblo y de la comarca.
Lo mismo ocurre con la apicultura y la producción de miel de romero, de azahar, y más especialmente la de níspero.
Saborear el café de la mañana rodeado de naturaleza en la piscina de tu Villa Premium